Publicidad
es, dentro de los medios de comunicación, una
forma de expresión generada con el objetivo de incidir en el incremento del
consumo de un producto o servicio, nuevo o tradicional, posicionar una nueva
marca dentro del mercado, mejorar su imagen de cara al consumidor, el principal
receptor intencionado. En definitiva, vender, mejorar e introducir
cualquier bien, físico o no, en la mente del comprador. De esta manera, se
trata de una forma comunicativa de las más importantes y potenciadas desde el
siglo XIX. Por ello, decae en su producción y visualización una gran
responsabilidad por parte del creador y del criterio de la mass media.
Refiriéndonos
a las funciones de este anuncio de la marca Chupa Chups, en concreto,
se encuentra muy por encima de todas la de persuasión,
en el sentido de la ausencia de
entretenimiento y disfrute sin el producto que se vende –un argumento ajeno
a lo normal, anteponiendo más los perjuicios de no poseer el producto a los
hipotéticos beneficios. Dado que la fama ya precede al propio protagonista de
la imagen, este está ausente en ella dando pie a un juego de innecesaria
función de información o económica con un doble golpe de vista que nos indica,
promedio de la reflexión y del conocimiento antecedido de la propia marca, de
que se trata, qué intenta comunicarnos. Caso aparte, se puede añadir cierta
función desproblematizadora, aunque hay connotaciones al hambre, el potencial
caricaturizante cumple con cierta evasión. Sin un estudio previo, no se aprecia
un cuidado exclusivo de la imagen para la función estética quedando un ambiente
poco llamativo en principio.
En
resumidas cuentas, hablando del aspecto formal del anuncio con un lenguaje
objetivo, se trata de la fotografía de la pata de unas gafas, mordisqueada por
la punta, dentro de un fondo blanco ligeramente grisáceo, pudiendo tratarse de
una pared o mesa, iluminada con una tenue luz artificial. Como añadido,
encontramos el texto “Boring?”
levemente desplazado del centro de la imagen hacia la derecha, acompañando al
centro de interés: la pata mordisqueada. En la esquina inferior derecha, se
halla el isologo de la marca, amarillo y rojo.
A
través del espectro audiovisual de la fotografía, influenciada por el arte
conceptual, Chupa Chups presenta su requerido producto, caramelos de distintos
sabores con un palo acoplado que facilita su consumo y le añade un valor
estético y, según se anuncia, de ocio.
La regla de tercios se dispone con un gran peso o tensión en la tercera columna -la última de la derecha- donde comienza la curva de la pata y concluye el anuncio con el logotipo. Esto elementos o centros de interés se ligan mediante la columna central que aporta una rigidez directa al menaje.
La regla de tercios se dispone con un gran peso o tensión en la tercera columna -la última de la derecha- donde comienza la curva de la pata y concluye el anuncio con el logotipo. Esto elementos o centros de interés se ligan mediante la columna central que aporta una rigidez directa al menaje.
Aparentemente,
no se halla ningún tipo de titular o subtítulos, ni un cuerpo de texto claro.
Solamente se halla lo que podría ser el slogan de la marca: “Boring?” en una tipografía de tamaño
reducido, unos 13p aproximadamente, de un estilo simple sin ornamentos ni
acabados en los brazos y pies de los caracteres, se trata de palo seco.
Finalmente, el propio nombre de la marca se encuentra introducido en el isologo
de un fondo amarillo muy llamativo y ornamentado con curvas, conservando su
geometría simétrica, recordando la forma de una margarita y las letras en un
rojo de valor concéntrico. La aportación del fondo fue encargo del surrealista
Salvador Dalí en 1968.
Dirigiendo
la atención a la imagen,
predominante sobre el reducido texto, se puede describir un encuadre rectangular de base y media de altura. Con el empleo específico de la
fotografía como íntegro
procedimiento y técnica. Con un genérico tono
sombrío por su gama de grisáceos,
poco llamativos, fríos y algo
contrastados, se aprecia una textura visual bastante simple, geométrica y
regular con líneas de contorno, algunas levemente como textura (fondo,
plástico…), y de dirección visual y puntos como focos de interés…
Un
plano detalle con un punto de vista posiblemente cenital, con cierto matiz
subjetivo, sin un ritmo establecido, presenta una composición vertical y
estática, a pesar de su desequilibrio posiblemente generado por su aplicación,
por ejemplo, como página de revista) primordialmente. El primer punto de
interés es la punta de la pata de las gafas y el slogan, dirigiéndose la vista
del lector a la marca, guiándose por la descendente continuación del primer foco
de atención.
De la escala tonal, cabe añadir su clave intermedia, por su luz contrapicada, artificial, blanca
pero, sobretodo, bastante tenue,
generando blancos corrompidos y por tanto adhiriendo cierta ambigüedad a la posible
clave alta. Esta parece ser empleada con cierto filtro difusor, una sombrilla, pantalla…
De
vuelta al aspecto estructural de la imagen, se emplean ciertos conocimientos de
las leyes de Gestalt en el empleo
del contraste y la figura superpuesta con el fondo. Además, se ajusta a un grado
de iconicidad alto, dentro de lo gráfico y/o digital.
Como
figuras retóricas, se atribuyen la comparación,
la sinécdoque y, relativamente hablando, la hipérbole.
Esta
sucesión de rasgos funcionales presentan una actitud desenfadada y humorística ligada al imaginario del producto: diversión,
característica intensificada por el slogan. El apetito va ligado al intento de
romper la monotonía; el aburrimiento, también. Ambos términos caen en relación
con el ambiente descolorido y a la representación de las gafas mordisqueadas
como objeto del trabajo o estudio destrozado por las ansias de entretenimiento.
Es como el pistoletazo de salida al consumo, el “vemos el problema, vemos la
carencia, ahora, ¿qué nos falta?”. Es entonces cuando aparece la firma de la
marca como punto final, respuesta a la necesidad de ocio. Aunque maneje
diversos significados connotativos y
algo de polisemia, no deja de ser
una imagen simple, directa y
comprensible, y más con la aclaración del texto y la marca.
Se
extrae de ello, por tanto, que se busca un target
juvenil y despreocupado, desde niños hasta adultos “inmaduros”. Con un slogan bilingüe, cabe la posibilidad de
que se centre específicamente en adolescentes
y adultos jóvenes, como imaginario occidental
y moderno adherido. Se promueve la inconformidad, la despreocupación, la
evasión… en definitiva y conclusión, el consumo de Chupa Chups.
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