viernes, 31 de marzo de 2017

HOMENAJE A SIERRA

Un familiar cercano titulado en Bellas Artes pero desconocedor y refractario de la obra de Santiago Sierra fue contratado para exponer un trabajo ajeno a su labor y conocimiento del mismo. El 27 de marzo de 2017, expuso una investigación de meses de antelación y la opinión del artífice de esta acción artística siendo contraria a su conciencia por el salario mínimo español dividido por un cuarto de hora de trabajo, duración de la intervención: 750€/MES (salario mínimo actual español aproximado) dividido entre 160 (horas de una jornada completa mensual) dividido a su vez entre cuatro (tratándose de un cuarto de hora) quedando como resultado la cifra exacta de 1.17€ (sin incluir gastos de transporte y otros aspectos a cubrir). El empleado dispuso de un estricto guión y material audiovisual de apoyo a su clase. Añadir cabe la problemática que hubo durante la intervención en la ronda de preguntas cuando el empleado olvidó contactar con el autor vía telefónica en directo para resolver dudas.

Esta acción plantea diversos dilemas en cuanto al juego del capital, influyente factor en la puesta en común de proyectos, educación... Supone la imposición de privilegios ("leyes privadas") por parte de una minoría de cara a una mayoría carente progresivamente de derechos. La derecha y el dinero triunfan delante de nuestra y ante la sorpresa nadie se pronuncia o manifiesta su descontento ante la circunstancia injusta. Por último, la ausencia del propio realizador reflexiona acerca del poder oculto de las altas esferas y la despreocupación por parte de esta. La exposición carece, aparentemente, de significado cuando el propio artista "mutila" su exposición presentándola mediante una persona no cualificada y desconociendo los detalles de su total desarrollo. Al igual que Santiago Sierra, mediante un sueldo mínimo, menosprecia el circuito de capitales y la relación empleado-jefe a través del ridículo. 










LÍNEA ROJA


Se trata de un proyecto abierto referido a la imposición de límites en el ámbito político, social y económico, fronteras tan conceptuales como las de mi obra, representados por una recta línea roja que verdaderamente no delimita nada. Solamente marca productos que, en el aspecto real, carecen de propiedad. Este trazo tiene el autoproclamado poder de concentrar objetos, individuos, espacios... por medio de su mera presencia fijada sobre estos.

Esta es una instalación restante como registro artístico de una acción, la presentación o manifiesto de este proyecto. Llevada a cabo en horario lectivo durante 25 minutos, aproximadamente, en el recreo del centro de secundaria I.E.S. Ruiz de Alda el jueves 30 de marzo de 2017.

Durante esta intervención, el artista fue exhibido como pieza añadida a la exposición sentado en una silla frente al público mostrando el contexto de la obra, salvo el título, íntegramente en árabe. Como añadido, vistió un mono de albañil azul, como clave intrahistórica en el marco de la representación del papel del destinatario al que va referido la obra sobretodo, y unas gafas de natación, parodiando la misión migratoria vía marítima de muchos refugiados, las cuales impregnó voluntariamente de pintura roja, que contenía en la palma de la mano, al principio de la acción artística, cegándose y continuando el límite de la línea roja.





Primer boceto del proyecto y texto del cartel traducido




Mantel de plástico(96cmx130cm) 
Tablón de madera(80cmx100cm)
Grapas
Permanente negro
Mono azul
Silla
Gafas de natación
Témpera

jueves, 30 de marzo de 2017

LÍNEA ROJA

Se trata de un proyecto abierto referido a la imposición de límites en el ámbito político, social y económico, fronteras tan conceptuales como las de mi obra, representados por una recta línea roja que verdaderamente no delimita nada. Solamente marca productos que, en el aspecto real, carecen de propiedad. Este trazo tiene el autoproclamado poder de concentrar objetos, individuos, espacios... por medio de su mera presencia fijada sobre estos.

Esta pieza o serie en particular es una reflexión acerca de la inmigración y el tránsito de personas y pertenencias todavía vinculadas o encerradas por un estado que no les desea un buen porvenir. Gente que se encuentra con un color por seña de identidad que los enlaza a un país por el que, en defecto de apego, sienten descontento o confrontación.

Consta de ocho moldes corporales propios y dos de una muñeca tintados del mismo color que el mantel de fondo ligando el concepto figura fondo y generando cierta confusión visual. Estos, hechos de escayola, material frecuentado en la industria de la albañilería, y venda, como seña de herida en construcción o apaño a los trozos rotos.

Segunda muestra



Mantel de plástico (96cmx140cm)
Venda de escayola
Escayola en polvo 
Celofán
Monofilamento de pesca
Pintura en spray
Pintura en spray acrílico 
Témpera 

lunes, 20 de marzo de 2017

Análisis de un anuncio publicitario (imagen fija)




Publicidad es, dentro de los medios de comunicación, una forma de expresión generada con el objetivo de incidir en el incremento del consumo de un producto o servicio, nuevo o tradicional, posicionar una nueva marca dentro del mercado, mejorar su imagen de cara al consumidor, el principal receptor intencionado. En definitiva, vender, mejorar e introducir cualquier bien, físico o no, en la mente del comprador. De esta manera, se trata de una forma comunicativa de las más importantes y potenciadas desde el siglo XIX. Por ello, decae en su producción y visualización una gran responsabilidad por parte del creador y del criterio de la mass media.

Refiriéndonos a las funciones de este anuncio de la marca Chupa Chups, en concreto, se encuentra muy por encima de todas la de persuasión, en el sentido de la ausencia de entretenimiento y disfrute sin el producto que se vende –un argumento ajeno a lo normal, anteponiendo más los perjuicios de no poseer el producto a los hipotéticos beneficios. Dado que la fama ya precede al propio protagonista de la imagen, este está ausente en ella dando pie a un juego de innecesaria función de información o económica con un doble golpe de vista que nos indica, promedio de la reflexión y del conocimiento antecedido de la propia marca, de que se trata, qué intenta comunicarnos. Caso aparte, se puede añadir cierta función desproblematizadora, aunque hay connotaciones al hambre, el potencial caricaturizante cumple con cierta evasión. Sin un estudio previo, no se aprecia un cuidado exclusivo de la imagen para la función estética quedando un ambiente poco llamativo en principio.

En resumidas cuentas, hablando del aspecto formal del anuncio con un lenguaje objetivo, se trata de la fotografía de la pata de unas gafas, mordisqueada por la punta, dentro de un fondo blanco ligeramente grisáceo, pudiendo tratarse de una pared o mesa, iluminada con una tenue luz artificial. Como añadido, encontramos el texto “Boring?” levemente desplazado del centro de la imagen hacia la derecha, acompañando al centro de interés: la pata mordisqueada. En la esquina inferior derecha, se halla el isologo de la marca, amarillo y rojo.

A través del espectro audiovisual de la fotografía, influenciada por el arte conceptual, Chupa Chups presenta su requerido producto, caramelos de distintos sabores con un palo acoplado que facilita su consumo y le añade un valor estético y, según se anuncia, de ocio.

La regla de tercios se dispone con un gran peso o tensión en la tercera columna -la última de la derecha- donde comienza la curva de la pata y concluye el anuncio con el logotipo. Esto elementos o centros de interés se ligan mediante la columna central que aporta una rigidez directa al menaje.

Aparentemente, no se halla ningún tipo de titular o subtítulos, ni un cuerpo de texto claro. Solamente se halla lo que podría ser el slogan de la marca: “Boring?” en una tipografía de tamaño reducido, unos 13p aproximadamente, de un estilo simple sin ornamentos ni acabados en los brazos y pies de los caracteres, se trata de palo seco. Finalmente, el propio nombre de la marca se encuentra introducido en el isologo de un fondo amarillo muy llamativo y ornamentado con curvas, conservando su geometría simétrica, recordando la forma de una margarita y las letras en un rojo de valor concéntrico. La aportación del fondo fue encargo del surrealista Salvador Dalí en 1968.

Dirigiendo la atención a la imagen, predominante sobre el reducido texto, se puede describir un encuadre rectangular de base y media de altura. Con el empleo específico de la fotografía como íntegro procedimiento y técnica. Con un genérico tono sombrío por su gama de grisáceos, poco llamativos, fríos y algo contrastados, se aprecia una textura visual bastante simple, geométrica y regular con líneas de contorno, algunas levemente como textura (fondo, plástico…), y de dirección visual y puntos como focos de interés…
Un plano detalle con un punto de vista posiblemente cenital, con cierto matiz subjetivo, sin un ritmo establecido, presenta una composición vertical y estática, a pesar de su desequilibrio posiblemente generado por su aplicación, por ejemplo, como página de revista) primordialmente. El primer punto de interés es la punta de la pata de las gafas y el slogan, dirigiéndose la vista del lector a la marca, guiándose por la descendente continuación del primer foco de atención.

De la escala tonal, cabe añadir su clave intermedia, por su luz contrapicada, artificial, blanca pero, sobretodo, bastante tenue, generando blancos corrompidos y por tanto adhiriendo cierta ambigüedad a la posible clave alta. Esta parece ser empleada con cierto filtro difusor, una sombrilla, pantalla…

De vuelta al aspecto estructural de la imagen, se emplean ciertos conocimientos de las leyes de Gestalt en el empleo del contraste y la figura superpuesta con el fondo. Además, se ajusta a un grado de iconicidad alto, dentro de lo gráfico y/o digital.
Como figuras retóricas, se atribuyen la comparación, la sinécdoque y, relativamente hablando, la hipérbole.

Esta sucesión de rasgos funcionales presentan una actitud desenfadada y humorística ligada al imaginario del producto: diversión, característica intensificada por el slogan. El apetito va ligado al intento de romper la monotonía; el aburrimiento, también. Ambos términos caen en relación con el ambiente descolorido y a la representación de las gafas mordisqueadas como objeto del trabajo o estudio destrozado por las ansias de entretenimiento. Es como el pistoletazo de salida al consumo, el “vemos el problema, vemos la carencia, ahora, ¿qué nos falta?”. Es entonces cuando aparece la firma de la marca como punto final, respuesta a la necesidad de ocio. Aunque maneje diversos significados connotativos y algo de polisemia, no deja de ser una imagen simple, directa y comprensible, y más con la aclaración del texto y la marca.

Se extrae de ello, por tanto, que se busca un target juvenil y despreocupado, desde niños hasta adultos “inmaduros”. Con un slogan bilingüe, cabe la posibilidad de que se centre específicamente en adolescentes y adultos jóvenes, como imaginario occidental y moderno adherido. Se promueve la inconformidad, la despreocupación, la evasión… en definitiva y conclusión, el consumo de Chupa Chups.