Este no es más que otro ejemplo de la manipulación que cada vez más se está dando en los medios publicitarios. En esta imagen vemos al cantante Justin Bieber en un anuncio de calzoncillos de Calvin Klein. Claramente vemos las diferencias entre la original y la retocada: se le aumenta la musculatura de los brazos, nalgas y pectorales, el tamaño de las manos y el paquete...
Toda realidad en una imagen puede ser fiel o cambiada al gusto del fotógrafo con la intención de jugar con los sentimientos y emociones del espectador para convencerle con un fin propagandístico o publicitario. Utilizando no sólo el photoshop, sino también perspectivas, enfoques y otros elementos de la fotografía y el vídeo. En el caso de los cosméticos y prendas de ropa, se crean expectativas imposibles que incitan a las masas a consumir hasta conseguir una belleza idealizada que no existe realmente, crean cánones de belleza falsos.
Y no sólo ese tipo de anuncios, cualquiera apela a los sentimientos y emociones de su público con gran subjetividad manipulando la realidad física del producto o servicio que comercializan. Te entristecen, te asustan, te conmueven, todo para que sientas un vacío que sólo puedes llenar comprando y acumulando propiedades que en muchas ocasiones no necesitas realmente.
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